La juventud tiene que empujar los
procesos de cambio, tiene que prepararse para ir tomando la posta y así
ir renovando los cuadros dirigentes del país y remplazando a aquellos
que no están capacitados para llevar adelante un proceso como este, y
mucho menos para profundizarlo.
Tenemos que marcarle la cancha a
aquellos opositores o a aquellos que también están alineados a este
proyecto político pero no entienden la profundidad de la transformación
que se está encarando. A unos decirles que son empleados de los
monopolios y a los últimos explicarles que no hay margen para dudar y
que hay que construir y profundizar. En función de eso, la juventud
tiene que patear el tablero para ir más allá de lo que las condiciones
normales de la política determinan.
Hasta ahora el gobierno ha tenido la
iniciativa en cada uno de los cambios que se producen. Nuestra
responsabilidad es empujar un reclamo social que por primera vez haga
que el gobierno tenga que responder a un pedido de una generación y no
que la generación salga apoyar las medidas que impulsa el gobierno.
¿Cómo se maneja la rebeldía característica de la juventud con el hecho de ser oficialistas?
Se da porque hay un cambio de época, tanto en el país como en la región. Porque los presidentes son más parecidos a sus pueblos. Porque el 2006 para nosotros fue un punto de inflexión donde distintos sectores se organizaban para dar solución al estado de miseria que los miserables quisieron imponer en el país. Hoy todas esas transformaciones se dan desde el gobierno, por eso tanta empatía de este gobierno con los sub 40, porque hoy la rebeldía pasa por ser parte de este gobierno. Porque confronta a los sectores de poder que no quieren vivir en un país con mayor grado de justicia. Este gobierno tiene una rebeldía que no tuvo ningún gobierno desde el año 80.
Se da porque hay un cambio de época, tanto en el país como en la región. Porque los presidentes son más parecidos a sus pueblos. Porque el 2006 para nosotros fue un punto de inflexión donde distintos sectores se organizaban para dar solución al estado de miseria que los miserables quisieron imponer en el país. Hoy todas esas transformaciones se dan desde el gobierno, por eso tanta empatía de este gobierno con los sub 40, porque hoy la rebeldía pasa por ser parte de este gobierno. Porque confronta a los sectores de poder que no quieren vivir en un país con mayor grado de justicia. Este gobierno tiene una rebeldía que no tuvo ningún gobierno desde el año 80.
Este proyecto político ha logrado
desenmascarar al poder real, al poder de las corporaciones, y logró
demostrar, dentro de la democracia, que el gobierno no es el lugar donde
reside todo el poder sino que hay factores de supra poder que
condicionan a la democracia misma. Hoy ser rebelde pasa por apoyar este
proyecto político. Es muy raro, pero hoy ser rebelde es ser oficialista.
En todo caso, ser oposición, es estar alineado con los sectores
conservadores.A la vez es difícil compatibilizar la idea de rebeldía con
la idea de lealtad.
Es un trabajo y una construcción. Cuando
no tienes nada, cuando no representas a nadie en política, para estar
cerca del poder no queda otra que ser amigo del poder. Cuando uno
representa algo, para estar cerca del poder, no hay que ser amigo del
poder, sino ser representativo de esos que tu dices que representas y
defender sus derechos. Entonces, uno no tiene que ser leal a un jefe,
uno tiene que ser leal a una idea. Yo a Rafael Correa no soy leal, soy
leal a la idea que representa Rafael . Soy leal a la idea de Alianza
Pais como Movimiento revolucionario y hecho de transformación social
cuando está en el gobierno, soy leal a la idea de que no puede haber
niños que se mueran de hambre, a la idea de que haya más hospitales, más
vivienda, más salud. Siempre y cuando Correa represente esa idea, va a
estar ahí mi lealtad. El problema es que en la política de los últimos
20 años la lealtad no era a las ideas, sino a las personas y uno no
representaba a nadie, entonces tenía que ser amigo del poder. Lo más
importante no es que yo sea leal, es que Correa sea leal. Entonces, en
la medida en que tienes dirigentes leales como Correa y Lenin es mucho
más fácil ordenarse para abajo.
Es importante ser parte de un proyecto
colectivo que trascienda lo personal y entender que el individuo se
realiza en una comunidad que se realiza. Es la única manera de construir
algo duradero. Los que hacían política con un criterio individual,
demostraron que es algo que no sirve, en cambio si uno hace política de
manera colectiva, el mismo espacio lo conduce a uno cuando uno
personalmente tal vez no está con todas las ganas, pero formar parte de
un proyecto colectivo es garantía de que los objetivos a los que uno
apunta se van a realizar. Hay que aprender a conducir pero también a ser
conducido y eso exige una responsabilidad yy un esfuerzo muy grande.
Que lo estable, lo constante, lo que
perdura en el tiempo es la organización, que es real la organización
vence al tiempo, todo el resto no sirve, todo el resto es mentira. El
poder es efímero, todo el resto se va. Lo único que queda es lo que se
organiza y la clave de todo esto es poder organizar al poder popular ,
Uno no puede ser todólogo. El militante del todo es militante de la
nada. El militante tiene que tener una baldosa determinada, un marco de
acción y desde ese lugar ser parte de algo superior y de un proyecto
colectivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario