Tomado de: Propuesta8
Promover la investigación, el diálogo de saberes y la
innovación para alcanzar la sociedad del conocimiento y el cambio
productivo
Ecuador, al igual que muchos de los países del Sur, vive una nueva
forma de dependencia atada al conocimiento. Cada día que Microsoft
decide lanzar al mercado una nueva versión de Microsoft Office, el Sur
global no tiene otra opción que comprar sus licencias o “piratearlas”.
El mundo ha pasado del capitalismo industrial al capitalismo cognitivo.
La principal receta para entrar en el nuevo capitalismo fue apostar
por la fórmula privatizada de Investigación + Desarrollo + Innovación (I
+ D + I) y la mercantilización de la educación superior, la ciencia y
la tecnología. Dentro de esta estrategia han tenido éxito los países de
un desarrollo industrial temprano que impusieron reglas de juego
privadas a los demás países del globo, donde el manejo de la propiedad
intelectual y las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC)
han sido su principal instrumento de dominación.
Un país con un capitalismo tardío y con una economía abierta al mundo
desde el siglo XIX, jamás podrá basar una estrategia de gestión del
conocimiento en un tipo de ciencia, tecnología e innovación cerrada o
privatizada. Ello conduciría al fracaso absoluto. Es por esto que se
propone una gestión del “conocimiento común y abierto” al espacio
público, en el cual pueda circular con libertad. El modelo de gestión
incluye la generación de las ideas creativas, su aprovechamiento, la
potencial producción de bienes y servicios y la distribución de sus
beneficios. La gestión del conocimiento –visto como un bien público,
común y abierto–, no solo expresa un principio o actividad ética acorde
al mandato constitucional, sino que desde el punto de vista económico es
más eficiente que los modelos cerrados.
Frente a esta situación concreta es necesario tomar posición sobre el
sentido de la investigación. Un país con baja productividad y que tiene
todavía necesidades básicas insatisfechas, no puede darse el lujo de
investigar por investigar. La investigación debe tener un trasfondo
ético y social: debe ser una investigación aplicada en función de las
necesidades del país.
La decisión de que sea una investigación aplicada tiene un telón de
fondo económico: busca construir economías sociales y solidarias. La
Revolución Ciudadana propone ubicar, en el centro de la economía social y
solidaria, a la generación, acceso, producción y distribución de la
información y el conocimiento, como nueva estrategia de acumulación y
redistribución. La construcción de un sistema económico social y
solidario sólo será factible si se cuenta con procesos de transferencia
social de los resultados de la investigación a escala macro y meso.
Se trata de un sistema de gestión del conocimiento que produce
Economía Social y Solidaria, en la medida en que es una investigación
donde la ganancia social es mayor que la privada, por cuanto distribuye
los beneficios de ese conocimiento de una forma abierta, gratuita o
subsidiada. Fomenta, además, la construcción de emprendimientos o
innovaciones sociales y colectivas eficientes y eficaces, para atacar
problemas que, bajo otras circunstancias no serían afectados por
circuitos económicos privados.
La tarea de investigar en una economía social y solidaria busca
producir innovación social. La gestión del conocimiento en el Ecuador
debe estar orientada a la edificación de nuevas prácticas y formas de
organización, de manera que ayuden a producir bienes y servicios para
solucionar problemas propios del país o la región. La innovación social
tiene que direccionar aspiraciones sociales y potenciar aquellas
ventajas comparativas que ya tenemos de antemano para radicalizar la
edificación de una democracia de calidad.
Frente a los sistemas del capitalismo cognitivo, basados en la
fórmula I+D+I, el sistema propuesto por el Ecuador radica en un
aprendizaje cooperativo y abierto, donde la investigación construya
economía social y solidaria y permita la innovación para emanciparnos
socialmente, a fin de lograr vivir y convivir bien.
Finalmente, en el campo de la cultura, educación y conocimiento
constatamos que la interculturalidad juega un papel fundamental en este
desafío por la igualdad. El conocimiento “científico” así como los
saberes diversos (categoría que incluye diferentes saberes y
conocimientos) tienen validez en la medida de que éstos forman parte de
la experiencia colectiva, patrones asumidos desde las comunidades y que
dan respuestas a los problemas sociales, económicos, ambientales, de
consumo, etc. de las sociedades. Es así, que los saberes diversos
vinculados a la gestión del conocimiento de pueblos, nacionalidades y
comunidades, al igual que los conocimientos derivados del método
positivista, tienen limitaciones que pueden ser subsanadas desde un
diálogo abierto en condiciones igualitarias, bajo mecanismos de
complementariedad orientados a evitar cualquier forma de subordinación
de un conocimiento o saber sobre otro.
“Es indispensable desarrollar una industria intensiva en
conocimiento científico haciendo de la investigación y desarrollo el eje
de nuestra producción. Para ello habrá que fortalecer el vínculo entre
las universidades y la comunidad para elaborar proyectos que permitan a
su vez generar empleo y mejorar los ingresos”.
Carmen Mancheno, Taller de construcción del Programa de Gobierno, Azuay.
LINEAS DE ACCIÓN
• Avanzar con la revolución del sistema educativo y
científico. La emancipación social implica la revolución de las ideas.
La principal inversión para producir el salto cualitativo en la sociedad
ecuatoriana es en las capacidades y los talentos de sus ciudadanos.
Articular la cooperación de millones de cerebros (inteligencia
colectiva) y producir recursos de uso colectivo y democrático al alcance
de toda la ciudadanía, los conocimientos basados en la digitalización,
en la democratización de la información y en el acceso abierto y
material de las tecnologías en todos los rincones del país. Para ello,
fomentamos el desarrollo de la industria local de las Tecnologías de la
Información y la Comunicación (TIC), mediante uso del software libre,
que puede convertirse en un motor importante de innovación para el país.
Creemos que los contenidos públicos creados o financiados por el
Estado, progresivamente tienen que pasar a dominio de la ciudadanía y
ser publicados en licencias creative commons.
• Disminuir la brecha cognitiva usando como mecanismo la
alfabetización digital. Las carreteras digitales (fibra óptica, banda
ancha, wifi, etc.) son los nuevos caminos para producir una
transformación cognitiva radical. Para ello, extenderemos la
infraestructura de fibra óptica en todo el territorio nacional,
incrementaremos el número de usuarios de banda ancha, se fomentará el
acceso de los hogares a internet a bajo costo, se continuará instalando
infocentros comunitarios; la televisión digital terrestre será una
realidad y continuaremos fortaleciendo el gobierno electrónico.
• Impulsar el Diálogo de Saberes que implica el repensar las
instituciones para reinventar las relaciones entre diferentes
conocimientos, saberes y expresiones culturales. Las dimensiones
epistemológica, política y de gestión son el punto de partida para hacer
del diálogo de saberes un recurso estratégico para el desarrollo humano
sustentable. Se trata sobre todo, de una propuesta política que nos
lleva a democratizar los procesos de interacción de los conocimientos,
el impulso a la creación de una cultura de diversidad ciudadana, y un
salto cuántico al reconocimiento, promoción y protección de los
conocimientos alternativos al conocimiento científico.
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