Docente tradicional vs docente 2.0
Los docentes del siglo XXI deben afrontar un reto que les ha
impuesto las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. El
educador tradicional, debe ser reemplazado por lo que solemos llamar un
docente 2.0.
Mientras que el docente tradicional dicta sus clases a la
misma hora y en el mismo lugar, utiliza el mismo material didáctico y
estilo de enseñanza. El docente 2.0 trasciende las cuatro paredes del
salón, enseña de manera informal y descentralizada, investiga y
comparte, diseña sus propios contenidos didácticos, utiliza más de una
plataforma, sabe trascender lo conocido, enseña a aprender de los
errores y permite las múltiples manifestaciones de la inteligencia.
Un reto difícil de afrontar.
Ser un docente 2.0, como lo muestra el dibujo, no es solo utilizar tecnología en el aula. El cambio no debe consistir únicamente en cambiar el papel y el lápiz por el ordenador y la impresora, sino en la forma en la que se utilizan las nuevas herramientas. Sin embargo, esta imagen es un fiel reflejo de lo que ha sucedido en muchas instituciones. El desfasaje entre la capacitación de los docentes y las herramientas disponibles han desembocado en una intrusión y no una inclusión de la tecnología en el aula.
Hoy en día, todavía existe mucha resistencia al cambio por gran parte
de los docentes. Según Egan Kieran, “cualquier ambición de cambio de
paradigma que pretenda reemplazar las ideas actualmente dominantes se
encuentra con el problema de que, al principio, la nueva idea se debe
contemplar desde las perspectivas que intenta reemplazar”. Es decir que
las personas por naturaleza poseen una resistencia psicológica, que
vulgarmente se conoce como “ser cabezadura” que consiste en que los
individuos se obsesionan con algo que les hace ver la situación solo
desde el punto que ellos han adoptado o que es actualmente dominante,
impidiendo ver los otros puntos desde un nuevo enfoque.
Un poco de empatía.
De todas maneras creo que existen muchos temores que deben ser tenidos en cuenta. Muchas veces caemos en el error de señalar las falencias de los docentes sin comprender las dificultades que implica la incorporación de las nuevas tecnologías en la educación.
En primer lugar y como vemos en el video, la dificultad que poseen
muchas veces los docentes cuando se enfrentan a una computadora de la
cual no son contemporáneos. El cambio que se pretende, no es menor.
Sobre todo por la desventaja que poseen frente a sus estudiantes para
apropiarse de los saberes relacionados con la tecnología.
En segundo lugar, este video debe hacernos reflexionar y tratar de
colocarnos en el lugar de los docentes hoy en día. Tratar de tener un
poco de empatía con quienes por primera vez no son los transmisores del
conocimiento. Más si tenemos en cuenta que desde el punto de vista de la
etimología, “alumno” deriva de a = sin; y lumen = luz. En otras
palabras un estudiante es el “sin luz”. Es la persona que no tiene la
luz del conocimiento, que es ignorante y por lo tanto necesita de
alguien que lo ilumine, a este alguien se le llama “maestro” o docente.
Cambiar una concepción tan antigua y tan arraigada en el inconsciente
colectivo demandará no solo mostrar lo que deberían ser, sino
entenderlos y acompañarlos en el proceso de reinvención del rol docente.
Solo así lograremos vencer esa resistencia e integrar definitivamente
las NTICs en la realidad educativa.
Tomado de: Articulo original
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